miércoles, 10 de diciembre de 2008

"Mi confrontación con la docencia"

“Mi confrontación con la docencia"
Por Edith Barrera Chavira

Estudié la licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública con orientación en Administración Pública, mi sueño era y es trabajar en el sector público, aspecto que he cumplido, porque he trabajado en diversas dependencias del ejecutivo y también del legislativo. Mi trabajo en el CETis se inició en el año de 1993, (pero mi práctica como docente inició en el año de 1996) en un principio me resultó embarazoso, porque no aceptaba que tuviera que ser profesor por no conseguir un trabajo de mi especialidad, además de escuchar a muchos de los compañeros sobre su desacuerdo de estar en un lugar tan mediocre. Paulatinamente empecé a ver las virtudes de tener un trabajo como el que tengo; por un lado es de los pocos lugares que me permitieron convivir más con mi hijo; el horario por ser vespertino no requiere de transportarse en las horas de saturación por el tráfico; y a las diez de la noche es muy tranquilo manejar en esta Ciudad de México, las mañanas las ocupo para actualizarme y me permite tomar cursos, diplomados o hasta la maestría. En lo remunerativo, es muy complejo, siempre existen aspectos técnicos y normativos que no me beneficiaron y el tener una de las plazas más bajas ha resultado un incentivo para continuar buscando otro trabajo.

Provengo de una familia conformada por profesores de todos los niveles educativos, (padre, madre, tíos etc.) ese hecho contrasta de manera muy especial, la forma de ver la práctica docente: el compromiso, la preparación de una clase, la compra de material, la organización de los eventos escolares y escuchar las experiencias, fueron aspectos que marcaron de manera especial mi conciencia docente.

Ser docente en el nivel Medio Superior ha sido gratificante en todos los sentidos, es una experiencia que ayuda a comprender la naturaleza humana, porque un joven de 15 a 18 años, está construyendo su Yo, sus valores, su sexualidad, su proyecto de vida y por ello nuestro trabajo resulta de mayor envergadura; si bien aportamos las herramientas para adquirir conocimiento también somos portadores de ejemplos de vida. Ser docente ha significado una transformación de mi manera de pensar, me ausenté del CETis por cinco años (2002-2007) y al regresar las cosas han cambiado, la gestión escolar, los planes de estudio, la enseñanza-aprendizaje, los directivos son más profesionales en su trabajo y eso exige coherencia con lo que hacemos, por fortuna, trabajo en un ambiente escolar en donde la cordialidad entre los profesores es una práctica diaria, éste aspecto es un plus para que yo continúe.

Soy miembro del “Seminario Permanente de la Cátedra UNESCO”, y las lecturas de la realidad a partir de la mirada de los Derechos Humanos, la equidad de género y la erradicación de la violencia entre los jóvenes es una labor de suma importancia que nosotros como educadores no debemos dejar de lado. Por ello, en este momento estoy en donde tengo que estar y lo quiero hacer bien.

Edith Bach.










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